A qué le temes. Dentro de este planeta y fuera de el. De qué estas hecho, de aire, tierra o espíritu. Le crees a los científicos y toda su construcción semántica sobre el poder. Le crees a la doctrina con toda su aparato de juicio y moralidad. Temes que algún día dejes de ser el mismo. Joven, sano y alegre. De qué estas hecho de alegría, juventud y salud. O eres más que todo lo que te han dicho desde que tuviste conciencia. El aire te daña, el tigre te come, el sol te causa cáncer. La bebida ulcera. La altura nauseas. Tienes miedo a todo lo que te rodea. La guerra se enraíza en tus genes y te desviste en cada film de moda. Ves como matan a unos seres dentro de la caja perfecta. Dejas que tus pupilas se llenen de fuego y gritos en las voces imaginarias de tu neurona novelesca. Eres parte de la realidad o de la ficción. Te dejas seducir por los aromas a sufrimiento y pesar. Es más fácil instalar la duda que la cordura. Te dejas llevar por el grupo contagiado de sufrimientos personales o de terceras voces. Y más te sientes sin poder para hacer nada. Tan lejos y tan cerca.
La muerte siempre ha existido. El dolor siempre ha existido. El sufrimiento siempre ha existido. Desde que el hombre se dio cuenta de que era hombre. El ser viviente caminó descalzo sobre brazas volcánicas. Se resfrío y falleció tosiendo en una cueva de piedra húmeda. Se afiebró por mascar huesos descompuesto. La historia está escrita de experiencia. El dolor quedó en el sobreviviente. Y las montañas se llenaron de nieve y las tierras se secaron hasta decir desierto. El hombre caminó sobre esos lugares y dejó de existir. Se sacó el peso de encima y dejó de existir.
El miedo estuvo a su lado pero dejó de existir. Como forma deforme de su realidad profunda. Hasta que algunos se dieron cuenta de las estrellas y del polvo cósmico envasado dentro de nuestras pupilas. Y empezaron a mirar hacia adentro como fuente sutil a la duda trivial. Y entonces comenzó un viaje nuevo por la vía Láctea sincrónica. Subieron caravanas, pero todo empezó con uno. Y en sus carteles promulgaban, “NO más miedo”.Caminar por la senda no es dejarse llevar por el sufrimiento y el miedo. La sociedad y todos te infunden temor para controlarte, para que pierdas la razón. Y te entregues al sufrimiento. Religiones, buenos hombres, científicos e intelectuales, políticos, empresarios, todos al decirte cosas las dicen desde el miedo. Miedo a morir a dejar de existir, a enfermarse a dejar de ser sanos. A dejar de tener control. Para reír, estar alegres, jugar, comer, o hacer buenas acciones. El punto de ebullición de la humanidad es esperar siempre algo a cambio. Aunque te digan lo estoy haciendo por amor, puro amor. En su gen esta la intención de salvarse o de ser salvador. Primer lección del día en este milenio.
Entrégate humildemente a todos los insultos y a todas las agresiones. Al dolor y a la enfermedad como fue en un principio cuando la salud no venía en cápsulas mágicas.
Entrégate más allá del hombre. El hombre deja de ser el centro. Te das cuenta. El querer salvarse y sobrevivir es la estela del último hombre que dice no quiero morir. El ADN de la continuidad de las especies. Nada debe extinguirse. Nuestros hijos tienen derecho a conocer el mundo como está. Somos los que debemos entregar al mundo tal o mejor que como lo encontramos.
El mundo se ríe del hombre y su soberbia. Y escribe en las tormentas su regalo divino. Las lluvias caen a través de sus mejillas para lavar la ignorancia. Y la humildad se asoma como rayo anaranjado luego de la lluvia. Prepárate no para salvarte sino para ser humilde. Ser humilde es dejar de querer salvarte. Es mirar al otro no como una competencia o un ser inferior o superior, sino como polvo de estrella vibrante. Acaso no abres las ventanas de tu casa nunca. No dejas que la luz entre a tu hogar. Estas siempre encerrado en tu habitación. Deja entrar la lozana gran presencia. La gran presencia te mira y sonríe en cada gesto. La naturaleza son millones de gestos. Magna esencia universal latiendo más allá de nuestra percepción minusválida.
Deja que el Amor estalle a borbotones. No como la forma del corazón perfecto de color rojo. Sino como Amanecer, Tormenta, Lluvia, Flor, Respiración. Amor como latido de la existencia brotando en los poros sin juicio mediocre enmascarándolo permanentemente.
POLITIcos, EcoNomistas y Mente especulativa y dudosa libérate. Arte que te quiero ver. Cambia farmacia por biblioteca amplia.
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