Antes de nacer bostecé como quien esta aburrido de ver la misma película de siempre. Como que el tiempo ridículo no avanza, siempre igual en esa pantalla mediana. Los actores son falsa imagen de mis memorias y deseos. Y se repiten ácidamente como mi estómago en fiestas patria. Me da un poco de tontería y la tontería pica por todos lados y se enroncha el cuerpo y se agrieta la mente. La tontería se escama como peces maloliente de terminal pesquero en marea roja. Cambié el canal y seguía la misma franja política, con los mismos que se reparten el plato y hablan con la boca llena para no perder el tiempo con decencia. Entonces de qué estamos hechos, sociedad electrocutada por las ansias. Tarjetas de créditos, prestamos y sueños. Acaso la tierra está más lejos que ayer, y el comedor ya no se usa como antes, y está todo revuelto como los huevos sobre paila de teflón chino.
Sociedad electrocutada por las cuentas impagas y los partes de la alcaldía por estacionar en un mal día, en que te dolía la guata de tanto comer juicios.
Hay de mi ciudad pequeña pero contundente como torta de chocolate y mofa. Por fin, mañana es el día que me escapo de ti y amanezco sin domicilio, en pleno ombligo fortuito, ese que es el rey de las cicatrices. El mayor acantilado de teclas, pedalenado con sano juicio. Sobre página blanca, alba la mayor de las hermanas, la que no sabe nada de nada, solo de recetas,cebolla y mariscos alimonados. Desde ahí acampo y me despliego, reiniciando en franco cultivo...de silencio dominguero.
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